[postlink]http://trapicheando-musica.blogspot.com/2011/01/dale-al-coco.html[/postlink][starttext]
Si te paras a pensar, cuántas veces as oido una canción y produce un goce en tu cerebro, no era casualidad. Esa unión de notas que forman una cadena que inconscientemente te llevaba a un subidon de adrelina , notandola en la sangre y teletransportandote a un recuerdo como: el primer beso, o al placer de terminar un examen copiado, o la pelicula de medio que visteis el fin de semana pasado.
Quien no ha sentido nunca esta sensación de placer, tanto en lo buen como el lo malo aparece. Todo esto se deve al subconsciente , que atribulle un fragmento de sonido con un estado de animo gracias a su enorme capacidad de relación. Tambien es un estímulo placentero especialmente potente, que se usa con frecuencia para influir en los estados emocionales.
Esto es placer.
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Si te paras a pensar, cuántas veces as oido una canción y produce un goce en tu cerebro, no era casualidad. Esa unión de notas que forman una cadena que inconscientemente te llevaba a un subidon de adrelina , notandola en la sangre y teletransportandote a un recuerdo como: el primer beso, o al placer de terminar un examen copiado, o la pelicula de medio que visteis el fin de semana pasado.
Quien no ha sentido nunca esta sensación de placer, tanto en lo buen como el lo malo aparece. Todo esto se deve al subconsciente , que atribulle un fragmento de sonido con un estado de animo gracias a su enorme capacidad de relación. Tambien es un estímulo placentero especialmente potente, que se usa con frecuencia para influir en los estados emocionales.
Esto es placer.
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1 comentarios:
¡chapó!
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